Miren ustedes, yo no he ganado ningún mundial, ni tan si quiera un europeo. No soy futbolista, ni juego al baloncesto, ni me subo en una moto. No me llamo Nadal, ni conduzco un F1. Ni salto altura, longitud, ni vallas. Los 1.500 me cansan, y los 400 espaldas me agotan en los 100. Pero lo que más me deja sin aire es ver a los políticos, politicuchos, y panchangueros varios en los homenajes. Ni entiendo a cuento de qué los deportistas tienen que ser recibidos por nadie.
Primero que yo también hago bien mi trabajo a diario, y ni me ponen medalla, ni me darán el premio a ciudadano de honor de ningún pueblo, provincia o comunidad. Y segundo que es su actividad privada. Vale que nos entretengan, y vale que hagan sentirnos a todos más “ciudadanos” incluso del mundo. Pero punto.
Por otro lado, si Albacete quiere rendirle homenaje a Iniesta, ¿qué pinta en el mismo, junto al homenajeado, José María Barreda?. ¿Acaso él le dio el pase de gol?. ¿Qué coño pinta allí con una camisetita de España?. Es más, ¿qué pinta junto al homenajeado el presidente del Albacete balompié?. Es más, ¿qué pinta junto al homenajeado el presidente de las Cortes de Castilla La Mancha?. ¿Esto que coño es?, igual es que les importaba una mierda el homenaje a Iniesta y todos buscaron la foto, una vez más, y el otro alma cándida tan contento por el “homenaje”. Y el pueblo otra vez engañado y aplaudiendo.
Por otro lado, si yo hubiera ganado un mundial, ¿por qué coño tendría que ir a la Moncloa a darle la mano a un tipo que la ha utilizado para negociar con ETA?. ¿Qué coño habría pintado él en mi trabajo que es jugar al fútbol?.
Yo no soy deportista, pero tampoco gilipollas, señores.
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