viernes, 12 de septiembre de 2008

Muerte digna, de dignos despachos

¿Han probado a dejar de respirar?, cuesta ¿verdad?, quizá va a ser porque el ser humano, por naturaleza tiende a vivir, quiere vivir, necesita vivir, se aferra a la vida y su organismo viene “preparado” de serie para que así sea.
Me quedo de piedra al leer eso de que pueda llegarse a aprobar una ley de muerte digna. Son varios los motivos que me dejan de piedra. Pero no vamos a entrar en ellos, tan solo en uno: El texto también plasma que los profesionales sanitarios que atiendan al paciente en su fase terminal deberán respetar también las decisiones que éste tome sin imponer sus opiniones personales, morales, religiosas o fisiológicas. El legislador le va a decir al profesional sanitario que no puede tener ni opinión moral, ni religiosa ni fisiológica. Por ley le van a decir a una persona lo que deben hacer, contrariando lo que la propia Constitución recoge como derecho de cada cual (artículos 16 y 17, por ejemplo).
Quizá lo que debería hacer el legislador es asumir ese “protagonismo” de no tener opinión ni moral, ni religiosa, ni fisiológica, a la hora de aprobar esta ley de la muerte, y de tener opinión, quizá debería coger todo el protagonismo e igual que salen en las fotos sonrientes inaugurando colegios, centros sociales y pabellones, hacer lo mismo frente a la camilla del hospital respetando la opinión del paciente. Que sean ellos los que carguen con el “mochuelo” y no se lo “encasqueten” a otros. ¡Vamos valientes!.
Pero oiga no, el propio ministro de sanidad tiene opinión moral, religiosa y filosófica y nos dice que "hay gente que piensa que las decisiones sobre el cuerpo de uno pertenecen a una iglesia, un partido político, pero no, sobre mi cuerpo decido yo”. Pues vale, decida sobre su cuerpo, y no sobre el del resto. Este hombre reduce la vida a lo material, al cuerpo, dejando de lado una parte esencial de cada uno de nosotros, nuestras creencias, nuestro respeto, nuestra propia educación para vivir. Otra medida que nos abre la puerta de la cultura de la muerte, de la cultura de la facilidad, de la cultura del no sacrificio, del no sufrir para conseguir algo, de darnos por vencidos sin luchar, de poner nuestros sentimientos al servicio del cuerpo y no el cuerpo al servicio de los sentimientos. La vida no es solo cuerpo. Yo prefiero quedarme con aquella frase… “el cuerpo, si se cuida bien, puede durarte toda la vida”.

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2 comentarios:

A las 13 de septiembre de 2008, 22:22 , Blogger Bono S.A. ha dicho...

Pues ya podian regular por ley que nos paguen el plus y las pizzas, que cuando nos llegue decidiran por nosotros

 
A las 15 de septiembre de 2008, 12:53 , Blogger Pocomancha ha dicho...

Esto Bono, jejeje, pues sí ya puestos... Oye Winston, que tienes un premio en mi blog. Pásate a recogerlo cuando quieras. Saludos.

 

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