Este Gobierno es cojonudo...

...¿verdad?. Protestar es sano. Y gratis. Y de hecho, yo ahora estoy protestando. Pero hay límites. Lo que no se puede es hacer lo que a uno le salga de la pomporreta y esperar que todo el mundo le aplauda con las orejas. Aunque ¡qué coño!, el Gobierno ha aplaudido con las orejas. Pongamos un ejemplo.
Pensemos que usted es un tipo protestón, que ve que el mundo tiene defectos y se lanza a la calle a protestar. Hasta ahí todo bien. Pero sus protestas se extienden a saltarse normas y leyes a su antojo, a rebasar límites de seguridad, y todo eso a sabiendas. Por lo tanto lo detienen y lo meten en chirona. Y usted se queja, porque ¡qué barbaridad!, usted no ha querido cumplir las normas y lo han detenido por ello, ¡qué barbaridad!. Si usted es el director de Greenpeace España, el Gobierno pierde el culo porque le suelten, aunque usted no haya cumplido las normas. Usted se las ha saltado para protestar, pero se las ha saltado. Nada evita que usted pueda intentarlo otra vez con otros fines menos pacíficos. Y el Gobierno le aplaude con las orejas.
Ahora, si usted es cooperante y es secuestrado en Mauritania, y lleva ya un mes en manos de sus secuestradores que según el propio Gobierno son de Al qaeda, a usted le pueden ir dando, porque el amigo Moratinos ha decidido que es mejor negociar para que suelten a un señor que ha decidido saltarse las normas y las reglas, antes que a tres cooperantes voluntarios. Este Gobierno es cojonudo ¿verdad?, ¿o me van a decir que no?. Les va lo de saltarse las normas, las leyes, y les va la hipocresía de la foto del 0,7%, y de ayuda humanitaria y de cooperación internacional y esas tontadas de gobernantes, que luego nada tienen que ver con la realidad, a la hora de la verdad, te dejan tirado. Les pone saltarse las normas, les va, han nacido para ello.